"Instalar renovables no es tan difícil como parece, solo hay que explicarlo bien"

Medio Ambiente

Hernando Rayo, director del IBE, defiende una transición justa, ordenada y cercana.

Hernando Rayo es ingeniero industrial y dirige el Institut Balear de l’Energia (IBE), el organismo que impulsa la transición energética en las islas. Con una visión técnica y social del cambio, Rayo apuesta por un modelo basado en renovables, autoconsumo compartido y equidad territorial. En esta entrevista, analiza avances, retos y oportunidades del proceso en Baleares.

¿Qué es exactamente el IBE y qué funciones desempeña?

El IBE, el Institut Balear de l’Energia, depende de la Conselleria d’Empresa, Autònoms i Energia. Nos encargamos de impulsar todo lo relacionado con energías renovables en las islas: desde el desarrollo de instalaciones hasta el asesoramiento técnico, el fomento del autoconsumo y la eficiencia energética.


¿En qué punto se encuentra ahora la transición energética en Baleares?

Todavía queda mucho por recorrer. Aunque se ha avanzado, especialmente en energía solar, la presencia de renovables apenas roza el 10 % del mix energético balear. También estamos trabajando para que la movilidad eléctrica deje de ser algo exclusivo y se generalice.


¿La solar es la fuente renovable más extendida en las islas?

Sí, sin duda. La solar domina claramente. En cambio, en eólica solo contamos con un parque, el de Milà en Menorca, y hay un proyecto de parque flotante en el Canal de Menorca. Pero es un camino aún por desarrollar.


¿Qué hitos destacaría en este proceso?

Uno clave es el autoconsumo colectivo. Desde el IBE lo estamos impulsando para que personas que viven en pisos o en alquiler —que no pueden instalar placas solares en sus viviendas— puedan beneficiarse de instalaciones cercanas. Es una forma de democratizar el acceso a la energía limpia.


¿Qué barreras dificultan todavía el despliegue renovable?

Una es la tramitación administrativa, que implica tanto al Govern como a los ayuntamientos. Otra es la limitación legal del radio de autoconsumo compartido, que hoy es de solo dos kilómetros. Hemos pedido al Ministerio que se amplíe, sobre todo en un territorio insular como el nuestro.


¿Cómo están acercando la transición energética a la ciudadanía?

Con las oficinas de Transición Energética. Son espacios donde cualquier persona puede informarse —de forma clara y sin tecnicismos— sobre subvenciones, autoconsumo, movilidad eléctrica, etc. También organizamos talleres sobre eficiencia energética: desde cuándo usar los electrodomésticos hasta el simple gesto de apagar interruptores.


¿Ha aumentado el interés ciudadano en estos temas?

Muchísimo. Las consultas se han duplicado respecto al año anterior. La gente se da cuenta de que la transición energética no es solo ecología, también economía doméstica. Y en un territorio con tanta presión económica como Baleares, eso marca la diferencia.


¿Qué utilidad tiene el plan Atlas fotovoltaic que estáis desarrollando?

Este proyecto permitirá conocer el potencial solar de cada tejado o finca de todas las islas. Queremos que cualquier ciudadano —o ayuntamiento— sepa desde su móvil si su edificio es viable para instalar placas. Así se podrán impulsar medidas concretas, como ventajas fiscales locales.


¿Cómo se puede implicar más a los municipios en este proceso?

Muchos municipios ya están implicados. Pero debemos ser más pedagógicos. Mostrar que instalar renovables no es tan complicado. Si además reducimos trabas administrativas y el despliegue es ordenado, será más fácil. Cuanto más cerca estemos de la ciudadanía, más éxito tendremos.


¿Qué papel juega la digitalización en todo esto?

Es esencial. Desde el IBE monitorizamos cada instalación de autoconsumo, y trabajamos en un “portal del dato” para evaluar cuánta energía renovable se genera en cada municipio. Esto nos permite tomar decisiones más eficaces.


¿Y el hidrógeno verde? ¿Qué potencial tiene en las islas?

Es una tecnología muy nueva, aún incipiente, pero con recorrido. No será una parte grande del mix, pero sí puede cubrir usos específicos donde otras tecnologías no llegan, como ciertos procesos industriales.


La legislación fija 2040 como año clave para dejar atrás los combustibles fósiles. ¿Es un objetivo realista?

Es un objetivo ambicioso, pero necesario. Ya vemos más naves con placas solares, más puntos de recarga, más concienciación. Pero para lograrlo, también hay que desarrollar nuevas tecnologías y acelerar el despliegue. Las renovables son el futuro, y hay que poner los medios para que ese futuro llegue a tiempo.


¿Quieres saber qué es el ITS?

Trabajamos por unas Islas Baleares que sean Sostenibles.

ACCEDE