"Con pequeños gestos podemos conservar la tradición"

Patrimonio histórico

La joven diseñadora Marga Cifre explora en su obra la memoria textil de Mallorca desde una mirada contemporánea y sostenible.

Marga Cifre (Inca, 2000) es una diseñadora emergente que construye puentes entre tradición y vanguardia. Formada en la Escola Superior de Disseny de les Illes Balears, ha ampliado su trayectoria en Roma, Oporto y en pasarelas como la Fashion Week de Milán. Su colección “Relíquies de família” reinterpreta telas heredadas para convertirlas en piezas con alma, en un proyecto personal donde conviven el diseño 3D y los patrones sostenibles con la memoria de la isla.

¿Cuándo empezó tu relación con la moda?


Desde pequeña tuve claro que quería dedicarme a esto. Siempre lo vi en casa con mi abuela, que cosía y le pedí que me enseñara a hacer croché y ganchillo. Yo jugaba con su ropa, con la de mi madre… me vestía con lo que encontraba y me lo tomaba como un juego. Con los años lo fui teniendo cada vez más claro, aunque mientras estudiaba estaba esa duda de si sería capaz o no de lograrlo. Pero no me planteaba hacer otra cosa, así que seguí adelante.


Durante la carrera tuviste la oportunidad de aprender en Roma y en Oporto. ¿Qué te aportaron esas experiencias?


Salir de la isla y de mi zona de confort fue un paso importante. Me ayudó a abrir la mente, a aprender de otras personas y culturas. Pero también me hizo conectar más con casa. Cada vez que vuelvo siento que aquí están mis raíces, mi cultura. Mallorca tiene algo que te marca, y eso es lo que quiero conservar y reflejar en mi trabajo. Salir me hizo crecer, y no dudo en volver a hacerlo, pero siempre regreso porque esto es casa.


¿Cómo influye Mallorca en tu forma de entender la moda?


Es clave. Cuando estás fuera, te das cuenta del valor que tiene lo nuestro. Tenemos una cultura muy marcada, y creo que es importante potenciarla. Aunque el mundo de la moda avanza rápido, con nuevas tecnologías y tendencias, mi idea es hacer que la isla también avance desde la identidad propia. Crecer sin perder lo que somos.


Tu colección “Relíquies de família” recupera tejidos antiguos. ¿Qué querías contar con ella?


Quería rescatar tejidos tradicionales de Mallorca y darles un giro contemporáneo. Es una manera de conservar lo que nos define y trasladarlo al presente, al día a día. Utilicé tejidos reciclados de mi familia, y cada diseño está inspirado en esas raíces. El nombre viene de ahí: imaginé un baúl lleno de piezas que son como reliquias familiares. No encontré otro nombre que lo dijera mejor y de forma sencilla.


¿Puede la moda ayudar a preservar el patrimonio textil de la isla?


Creo que sí. Si recuperamos esos tejidos que a veces guardamos sin saber qué hacer con ellos —sábanas, cortinas, telas antiguas— y les damos una nueva vida, estamos manteniendo viva esa esencia. Con pequeños gestos podemos conservar la tradición y llevar un pedacito de Mallorca con nosotros, aunque estemos lejos.


¿Notas un mayor interés en este tipo de moda local con raíces?


Poco a poco sí. No todo el mundo está concienciado, pero al menos en el entorno de la moda cada vez hay más interés. Aún queda mucho por hacer, pero confío en que este camino irá ganando fuerza y será más reconocido, aquí y fuera.


Ahora estudias un máster de Diseño Digital y 3D. ¿Qué aporta este enfoque a tu trabajo?


Mucho. Me metí en el mundo 3D porque creo que es una forma de unir la tecnología actual con la tradición artesanal. Con el diseño digital puedes crear colecciones de forma virtual, y solo producirlas cuando sabes que hay demanda real. Así se evita generar residuos y se produce solo lo que se va a consumir. Es más sostenible, más consciente, y permite aprovechar al máximo los tejidos. Creo que ahí está el presente y el futuro de la moda.


¿Crees que tradición y tecnología pueden convivir en la moda?


Totalmente. Requiere trabajo e investigación, pero es posible. Diseñas digitalmente, ves el producto, y si te gusta, se confecciona a mano. Así se mantiene la calidad y el valor de la artesanía, algo que el fast fashion no tiene.


¿Cuáles son los principales retos de esta forma de hacer moda más sostenible?


El mayor reto es el coste. Vivimos en un mundo muy rápido, acostumbrado al fast fashion, donde se valora más el precio que la calidad. Pero producir con materiales sostenibles y de forma artesanal implica más tiempo y recursos. Aun así, creo que cada vez más gente se da cuenta de que es mejor consumir menos, pero mejor.


Has trabajado dos veces con el diseñador David Catalán y has asistido a la Fashion Week de Milán. ¿Cómo fue esa experiencia?


Fue increíble. En esta segunda etapa estuve trabajando en la colección de verano “PROBLEMS” y tuve la oportunidad de asistir a la Fashion Week de Milán como parte del equipo. Es una experiencia que no olvidaré nunca. Ver la moda desde dentro, en un entorno tan exigente, es muy diferente. Para alguien que está empezando desde una isla pequeña, llegar ahí es un gran paso.


¿Cómo valoras las oportunidades para diseñadores emergentes en Baleares?


Hay mucho talento, pero falta visibilidad y apoyo. Existen algunas plataformas, pero aún necesitamos más. También eventos que conecten el diseño local con el mercado global. Como somos islas, cuesta más hacerse un hueco, pero con confianza y colaboración entre diseñadores, artesanos y empresas, se puede avanzar.


¿Qué papel tiene el consumidor en todo esto?


Es clave. No se trata solo de vender, sino de explicar qué hacemos y por qué. Si el consumidor entiende el valor del producto, lo apoya más. Necesitamos ese respaldo del público local para poder crecer.


¿Dónde te ves dentro de diez años?


No tengo una respuesta clara. Me gustaría seguir aprendiendo y creciendo con cada experiencia. Ojalá tener una marca propia consolidada, pero todo a su tiempo. Lo importante es seguir avanzando, poco a poco.


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